Es sorda, fue distinguida como embajadora solidaria de una empresa de cosméticos e inspira con su trabajo a personas con su misma discapacidad

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“La capacidad siempre es mayor a la discapacidad”. Es una frase que podría resumir todo el potencial que tienen y que pueden adquirir todas las personas que tengan algún tipo de discapacidad. Sin duda que estas palabras reflejan el espíritu emprendedor de Tatiana Melón (21) que nació sorda y que lucha día a día para salir adelante dejando huellas en mucha gente.

En 2019 fue distinguida por la empresa cosméticos 317 como una de las embajadoras solidarias elegidas entre 550 convocadas. “Me seleccionaron para ayudarme con la iniciativa de poner los subtítulos en las películas hispanas en el cine. Me sentí feliz y orgullosa porque pensé que no me iban a elegir por mi discapacidad.  Y me dio una gran alegría porque es una empresa inclusiva que se interesa por la problemática de las personas con discapacidad”, expresa a Lado H, en forma escrita.

“Formar parte de la revolución, ser visibilizados y entender que no estamos solos”
Tatiana acompaña a Federico Sykes, director del Festival de Cine Sordo en la Argentina, en la campaña MACMA (Mesa de Accesibilidad Comunicacional a los Medios Audiovisuales) cuyo objetivo es lograr una inclusión en el mundo audiovisual, no solo para las personas sordas, sino también para las personas ciegas y con problemas intelectuales.

MACMA es una mesa de reflexión, investigación, análisis y acción que tiene por objetivo fomentar el acceso a la información y a la cultura mediante la incorporación de herramientas de accesibilidad comunicacional: audio-descripción, subtitulado, Lengua de Señas Argentina y lenguaje claro. Es un espacio conformado por Organizaciones de la Sociedad Civil de personas Sordas e Hipoacúsicas, y personas con discapacidad visual, también por otras que trabajan en conjunto con estos colectivos. Esta Mesa cuenta con el apoyo de prestadores de servicios audiovisuales accesibles y organismos del Estado.

“Para mí, Macma significa cambiar el mundo, formar parte de la revolución, ser visibilizados y entender que no estamos solos”, comenta Tatiana.

Un antes y un después
Durante sus primeros años de vida le costaba expresarse, ya que no hablaba casi nada y solo decía palabras sueltas. Sin embargo, todo empezó a cambiar, en parte, cuando le colocaron un Implante Coclear, un transductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo.

Tatiana no recuerda cómo vivió ese día en el que recibió el implante, aunque sostiene que cuando su mamá se lo contó se asustó ya que sentía que era “todo ruido” y no lo podía interpretar. Sin embargo, recuerda que lo primero que escuchó fue el ruido de la lluvia. “Estaba en el patio de mi casa con mi madre, había una tormenta muy fuerte y yo estaba alucinando de cómo se escuchaba todo y le preguntaba a ella que si así era como se escucha la lluvia y ella se puso a  llorar de la emoción”.

Pese a sus problemas de comunicación, tenía muchos amigos del colegio de sordos en el cual le enseñaban lengua de signos española (LSE) ya que creció en Granada. Esa lengua la ayudó a tener mejor comunicación y le enseñó cómo expresar y comprender todo lo que la rodeaba ya que con el lenguaje previo de la LSE, cuenta, era muy chica y tenía poca comprensión oral, pero con los años aprendió a leer y se volvió una gran lectora. Esto la ayudó a tener una gran riqueza en su vocabulario, además de los ejercicios que realizaba con una fonoaudióloga.

¿Cuál es la mirada de la sociedad para con las personas que padecen algún tipo de discapacidad?
La palabra correcta es el miedo. Miedo por la falta de información, miedo por no saber cómo acercarse a una persona con algún tipo de discapacidad, miedo a ofender al otro y eso hace que las personas con discapacidad se sientan solas y/o apartadas.


¿Viviste en lo personal algún tipo de discriminación?
Te cuento una anécdota muy fuerte, mi madre me mandó una invitación para la presentación de un corto (Claramente) que se organizaba en la Cámara Diputados. El corto se trataba de la vida de una chica sorda y la directora del corto era sorda. Me pareció interesante y fuimos juntas al salón de actos. Llegamos y la sala estaba llena de personas sordas y políticos que apoyaban «Claramente. Proyectaron primero el corto y luego comenzaron a hablar los organizadores del evento, directores y diputados, todos con micrófonos y sin intérprete. En un momento, al no comprender nada de lo que estaban diciendo, me angustié mucho, se me empezaron a caer las lágrimas y mi madre se dio cuenta. Entonces, se levantó, pidió la palabra y dijo en voz alta: “Disculpe la interrupción, pero al lado mío está sentada mi hija Tatiana que es sorda, vinimos con mucha ilusión a este evento que ayuda a visibilizar la problemática sorda y no puedo creer que en estos momentos no haya un intérprete de Lengua de Señas para que comprenda todo lo que están ustedes en este momento”. Ella me contó que la persona que estaba hablando le dio la razón y pidió disculpas, pero igualmente nos fuimos del salón.

 ¿Cómo te manejás en las clases de la facultad?
Estudio (Bioquímica) bastante por mi cuenta ya que en las clases mucho no puedo seguir por la falta de un intérprete y tengo una compañera que me está ayudando un montón repitiendo lo que va diciendo el profesor, entre cosas.


¿Hace poco te realizaron otro implante? ¿Cuáles eran los objetivos?
Sí, me realizaron el año pasado. El objetivo era poder crecer auditivamente y la compresión dentro del mundo oyente ya que sentía más barreras con uno solo y necesitaba más.
Durante todo ese año que estuve escuchando con dos implantes sentí un cambio radical, entiendo mejor en las clases, entiendo mejor en las reuniones, pero también sabía que aunque tuviera dos implantes no iba a ser como una persona oyente. Sin embargo, me aportaron muchísimo en mi vida cotidiana y eso me alegra.


Uno de tus objetivos a mediano plazo es brindar charlas motivacionales. ¿Cómo las imaginás?
En un futuro me gustaría dar charlas a niños, adolescentes y adultos sordos y a sus familias. Mi objetivo es ayudar a que las personas sordas logren su máximo potencial y que no sientan límites.


¿Qué otras cosas te gustaría hacer?
Me gustaría recibirme de bioquímica, estudiar algún máster en España, viajar por el mundo y algún día tener mi propia granja santuario de animales.


¿Qué mensaje le darías a la gente en relación a involucrarse más con las personas que padecen algún tipo de discapacidad?
Que se acerquen, somos personas muy ricas e interesantes para que puedan conocer y en una gran mayoría tenemos una gran resiliencia y un gran corazón.

Contacto:

Facebook: Tati Melón

Instagram: @tatiamelon

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