
Internet, como una extensión de la sociedad en la que vivimos, puede ser un lugar hostil y lleno de odio, especialmente para las mujeres, el colectivo LGBTIQ+ y otras comunidades dejadas atrás, que tienen más probabilidades de experimentar violencia digital. Difusión no consentida de contenido íntimo, suplantación de identidad en línea, acoso virtual, discursos de odio o hate, cyberflashing: todas ellas son formas de violencia digital que atentan contra la privacidad, la dignidad, la autonomía y los derechos de las personas.
Quienes infringen el copyright, derecho exclusivo sobre obras creativas, se enfrentan a sanciones legales y a la rápida retirada de contenidos por parte de las plataformas digitales. Por eso, desde Fundación Bellamente y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Argentina se relanzó BodyRight: un movimiento social que nos pide que nos tomemos en serio la violencia digital por cuestiones de género. La campaña es llevada a cabo por UNFPA a nivel global, y nos invita a entender nuestro papel en esa violencia y a trabajar en conjunto para impulsar un cambio real y la protección en línea de niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres en todo el mundo.
85% de las mujeres de todo el mundo han sufrido o han sido testigos de violencia digital contra otras mujeres.
FUENTE: Unidad de Investigación de la revista The Economist, 2020 (el estudio solo encuestó a mayores de 18 años). Aunque el anonimato y la distancia física que caracteriza la virtualidad lo invisibilizan, las consecuencias son reales y duraderas: miedo, ansiedad, pérdida de autoestima, sensación de impotencia.
Las personas que experimentaron violencia digital, por su parte, se enfrentan a barreras y tienen pocos derechos jurídicos.

“Las situaciones de violencia contra niñas, jóvenes, mujeres y diversidades no se despliegan
solamente en la presencialidad, sino que también se profundizan en los entornos digitales. Implicanuna vulneración de sus derechos, que tiene consecuencias que pueden afectar su autonomía y poner en riesgo su integridad. Por eso es fundamental visibilizar y reflexionar en torno a la violencia digital, para que se implementen planes y programas para prevenirla y erradicarla”, expresó Mariana Isasi, Jefa de Oficina de UNFPA Argentina.
La campaña cobra fuerza en Argentina con la alianza Fundación Bellamente-UNFPA y también
contempla capacitaciones sobre violencia digital para adolescentes y jóvenes a nivel nacional, la conformación de un consejo juvenil con perspectiva federal e interseccional, y una campaña de comunicación en redes sociales para visibilizar y sensibilizar sobre la temática.
El domingo 23 de octubre se lanzó el spot principal: una ventana para observar la vulneración de la propia privacidad y todas sus consecuencias aparejadas, que suelen vivirse en secreto y soledad.