
Una prisión en Turku, una ciudad en el sur de Finlandia, se ha convertido en un campo de pruebas para un nuevo proyecto de prisiones inteligentes. En algunos barrios de la prisión, computadoras portátiles y tabletas están apareciendo en celdas y bibliotecas, lo que permite a los prisioneros leer las noticias, practicar aritmética y tomar un curso de Inteligencia Artificial.
El curso fue diseñado originalmente en la Universidad de Helsinki como una versión más accesible de un plan de estudios de Introducción a la IA para estudiantes de informática. El objetivo inicial del proyecto, respaldado por el gobierno finlandés, era informar al menos al uno por ciento de la población del país sobre los conceptos básicos de la IA.
Después de tomar el curso ella misma, Pia Puolakka, gerente de proyectos de la Agencia de Sanciones Criminales, la organización gubernamental a cargo del sistema penitenciario de Finlandia, comenzó a considerar si podría implementarse en instalaciones correccionales. Puolakka escribió una propuesta a su agencia y, en mayo de 2019, el curso se agregó a una lista aprobada de sitios web accesibles para los reclusos en Turku. «Era bueno en matemáticas en la escuela, y es algo que me interesa», decía uno de los diez reclusos que han tomado el curso desde la sala de pilotos de la prisión de Turku. «Pero esto es totalmente diferente de las cosas que he estudiado antes».
El gobierno finlandés adoptó el esquema como una forma de apoyar a los reclusos a que se reintegran en un primer mercado de empleo digital una vez que salgan de prisión. «A menudo, los prisioneros quedan fuera del desarrollo de estos campos, y la economía está cambiando tan rápidamente que cuando las personas salen de la prisión, entran en un ambiente de trabajo totalmente nuevo», decía Megan Schaible, directora del programa en Reaktor, empresa que está detrás de esta iniciativa.
El plan se implementará en tres salas más en las cárceles de Finlandia a partir del otoño de 2019, y Schaible espera que la universidad y Reaktor puedan utilizar cualquier información recopilada, como las tasas de retención o la rapidez con que se completaron los ejercicios, para medir qué podría mejorarse en el futuro.