Colegio de Villa Domínico les cumple el sueño de Navidad a chicos con bajos recursos

El programa “Todos tenemos derecho a recibir un regalo” apela a la solidaridad y la empatía de los alumnos y va por su cuarta edición.

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Hay muchos chicos y chicas que por diversas circunstancias, especialmente carencias económicas, se quedan sin recibir, entre otras cosas, sus tan ansiados presentes de Navidad. Por esa razón en el año 2016 el Instituto Victoria Ocampo implementó el programa “Todos tenemos derecho a recibir un regalo” con el objetivo de que los alumnos de la institución de Villa Domínico empatizaran con los deseos de otros niños y niñas de realidades diferentes.

“La primera misión, dado que estábamos en el mes de septiembre, fue que buscaran contactar a alguna fundación que trabajara para proteger la infancia. La idea era que se informaran sobre las acciones que concretaban para que eso fuera posible y ofrecieran, en nombre del colegio, organizar la campaña navideña para darle la oportunidad a los chicos de esa fundación de escribir las cartas para Papá Noel pidiendo los regalos que desearan recibir. Una vez que recibimos las cartas hechas por los chicos del comedor, las exhibimos en la cartelera del colegio, en nuestra plataforma digital, y armamos una carpeta con las fotocopias de las mismas”, explica a Lado H Verónica Caputi, especialista en tecnología y educación y directora del nivel secundario del instituto.

A partir de ese momento los alumnos decidieron qué cartas quería responder cada uno y pusieron manos a la obra para conseguir el regalo pedido para satisfacer los deseos de los otros chicos. Junto a las preceptoras, se encargaron de controlar que los regalos coincidieran con lo pedido y de armar las bolsas navideñas que formaban parte de la entrega. Esta es la cuarta edición de la cruzada solidaria.

“La campaña no forma parte de ninguna materia, se hace transversalmente, la lideran los alumnos de secundaria pero permite armar red de enlace entre distintos actores de nuestra comunidad que comparten la misma visión y desean fomentar los mismos valores: ya sean porteras, padres, docentes, alumnos, compañeros de trabajo de padres de la escuela, amigos de amigos, etc. Sin embargo, se evalúa el resultado del trabajo colaborativo y se la toma como una acción ejemplificadora de lo que se estudia en Construcción de Ciudadanía”, explica Caputi.

¿Qué tipo de regalos han comprado?

Una de las cosas que más conmueve a nuestra comunidad es imaginarse a los chicos según los regalos que piden. A lo largo de este tiempo hemos entregado desde bicicletas, hasta patines de personajes de series de Disney, camisetas de equipos de fútbol y libros. En los casos en los que los chicos piden ropa o botines, como es usual en los varones, las mujeres que colaboran en el comedor son grandes aliadas para ayudarnos a seleccionar talles y asegurarnos así que todo les entre.

¿Se establece un ida y vuelta con los chicos del comedor?

Los chicos esperan la navidad para entregarnos las cartas de Papá Noel a nosotros, “sus ayudantes”, y nosotros los esperamos a ellos para recibirlas, se da un vínculo de expectativas mutuas.

¿Recordás alguna anécdota?

El primer año que recibimos las cartas nos reunimos en el SUM del colegio para abrirlas y leerlas juntos. Nuestros alumnos se quedaron muy sorprendidos, nos pidieron más de 15 pares de patines de Soy Luna, que en ese entonces estaba de moda. Hablando acerca de por qué se habían sorprendido, comentaron que como los chicos del comedor tenían un escenario económico más complicado que el de ellos, imaginaban que “iban a pedir regalos más baratos”. Esa experiencia sirvió para señalar que un niño simplemente desea, independientemente de sus circunstancias de vida. Y que desear era un derecho.

Así, los alumnos esperan ansiosos que llegue esta fecha para poder hacer realidad tantos sueños. Algunos de ellos expresaron sus sensaciones.

“Para mí, es una experiencia muy satisfactoria porque tengo la posibilidad de ayudar a chicos que están en una posición diferente a la mía para que tengan acceso a cosas que quise y pude tener durante mi infancia”, asegura Lola García.

“Saber que los chicos se ponen contentos por lo que nosotros hacemos es muy lindo. Algo que para nosotros es normal, porque desde chicos recibimos regalos que pedimos, es especial para ellos que no tienen las mismas oportunidades que nosotros. Cumplirles el deseo es realmente muy hermoso”, expresa Agostina Zanchi.

Contacto:

Facebook: Instituto Victoria Ocampo

Instagram: @instvictoriaocampo

Web: http://www.institutovictoriaocampo.com/

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